Con las Ruinas de Huanchaca como locación, estudiantes de 2° y 3° medio asistieron al lanzamiento del Programa Código Futuro, iniciativa conjunta entre Escondida|BHP y Fundación Minera Escondida, que busca desarrollar en estudiantes de liceos técnico profesionales de Antofagasta, habilidades y competencias digitales necesarias para distinguir nuevas opciones de desarrollo profesional en la industria minera.
“Código Futuro” cuenta con la colaboración del Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM) y de la startup tecnológica Desafío Latam para su ejecución. De esta manera, los jóvenes tendrán mayores oportunidades para insertarse activamente en el mercado de perfiles digitales y hacer frente a los desafíos que demandará la industria digital y el sector de la minería, accediendo a los aprendizajes que trae la transformación tecnológica en áreas como seguridad, productividad y sostenibilidad.
José Antonio Díaz, director ejecutivo de Fundación Minera Escondida y gerente general del CEIM, sostuvo que “se estima que cada año en Chile faltan 5 mil talentos digitales, lo que implica que hay proyectos e iniciativas necesarias para el desarrollo del país que dejan de realizarse debido a la falta de formación. Esta aceleración digital llegó para quedarse y es necesario preparar a los y las jóvenes de Antofagasta para que puedan dar soporte, liderar este cambio y, a la vez, acceder a los nuevos empleos que están asociados a la digitalización y que cada día demandará más la industria inteligente”.
En tanto, el presidente de Escondida | BHP, James Whittaker, explicó que “estas iniciativas son habilitadores claves para la transformación tecnológica que experimenta el rubro minero y su avance hacia la autonomía. Para ello, vamos a potenciar conocimientos de jóvenes estudiantes para ingresar a una industria que requerirá más de 12 mil nuevos trabajadores, quienes deberán estar preparados para la minería del futuro”,
Cabe destacar, finalmente, que el programa “Código Futuro” se desarrollará durante el segundo semestre de 2022, equivalente a 30 clases en aula y considera la certificación de un total de 1.700 jóvenes de la región –entre ellos estudiantes de tres establecimientos TP de la ciudad- al finalizar el proceso de estudio, poniendo en valor la experiencia, conocimiento y expectativas de las comunidades educativas participantes.

